domingo, 10 de noviembre de 2024

Puente de Todos los Santos en el Badiel: Una Experiencia para Recordar

Este año, en la Asociación de Amig@s del Badiel, decidimos que el Puente de Todos los Santos no podía pasar desapercibido, y vaya que no lo hizo. Durante tres días nos reunimos, reímos, aprendimos y compartimos, creando momentos memorables junto a residentes y amistades cercanas. Desde la decoración inicial hasta la última película proyectada, vivimos intensamente cada actividad, y no podemos más que agradecer la gran acogida y colaboración que tuvo por parte de toda la comunidad.

Comenzamos el miércoles 30 de octubre, cuando un grupo de vecinas se reunió para darle al bar un toque escalofriante y festivo. Con telarañas, calabazas, murciélagos y alguna que otra bruja, transformamos el espacio en un verdadero refugio de Halloween. Fue increíble ver cómo, entre risas y buen humor, cada quien aportaba su granito de arena para crear el ambiente perfecto. Y al final, el esfuerzo valió la pena: el bar quedó espectacular, listo para recibir el resto de las actividades con ese toque de misterio que tanto nos gusta.

El viernes 1 de noviembre, celebramos el día de Todos los Santos, y la jornada arrancó temprano con los “aperitivos de traje” terroríficos. Cada quien trajo un plato para compartir, y aunque hubo quienes intentaron asustarnos con sus aperitivos “de miedo”, lo cierto es que acabó con el deleite y el estómago lleno de delicias caseras de quienes asistieron. Fue un momento para compartir, conocernos mejor y disfrutar de la gastronomía en comunidad.

Más tarde, la creatividad y las ganas de aprender salieron a flote en el taller de ganchillo “Crea tu calabaza”. Desde las más veteranas hasta quienes apenas se atrevían con la aguja, cada persona dio lo mejor de sí para tejer pequeñas calabazas de lana que quedarán como recuerdo de esta temporada. Además, el taller nos permitió no solo aprender una habilidad nueva, sino también disfrutar del buen ambiente y las risas de quienes se animaron a participar.








La noche del viernes cerró con una proyección de cine infantil. Niñas y niños disfrutaron de una película llena de aventuras y sustos. Y quienes les acompañaban, no tan jóvenes, … ¡Bueno, también! No hay mejor manera de terminar el día que compartiendo una historia que nos haga soñar, y ese rato de cine comunitario fue el broche perfecto para una jornada intensa.

El sábado 2 de noviembre, en honor al Día de Muertos, preparamos una serie de actividades que mezclaron tradición y creatividad. Iniciamos con un taller de manualidades en el que sus participantes aprendieron a crear sus propias caretas de “catrina”, decoradas con colores vivos y detalles únicos. Con paciencia y buen humor, cada persona fue dando forma a su careta, y al final del taller teníamos un verdadero desfile de catrinas y catrines con toda disposición para celebrar. Fue una experiencia enriquecedora que nos acercó a la cultura mexicana y nos permitió explorar nuestra creatividad.




 

Al inicio de la tarde, montamos un altar en honor al Día de Muertos, donde también hubo pintacaras para peques y para no tan peques. A través de esta actividad, recordamos a seres queridos y les rendimos homenaje de una manera especial. Fue conmovedor ver cómo cada persona aportaba algo al altar: una flor, una vela, una pequeña ofrenda, creando en comunidad un espacio lleno de respeto y cariño.









 

Para finalizar el día, repetimos la proyección de una película infantil, y aunque esta vez hubo a quienes las fuerzas ya les estaban fallando, fue emocionante ver cómo la infancia disfrutaba tanto de la película como de la compañía de amistades y residentes. Porque al final, eso es lo que buscamos en cada actividad: crear un espacio donde podamos encontrarnos, compartir y disfrutar en compañía.

Cada actividad fue posible gracias al compromiso y la colaboración de la ciudadanía. A quienes trajeron aperitivos, a quienes pusieron su creatividad en cada manualidad, a quienes ayudaron con el montaje y la decoración, y a quienes participaron simplemente con su sonrisa y su buena actitud, queremos daros las gracias de corazón. Porque una comunidad se construye día a día, con cada pequeño gesto, y este puente de Todos los Santos fue una muestra de que en Almadrones tenemos una comunidad fuerte, unida y llena de vida.

Nos llevamos recuerdos entrañables y también la certeza de que, cada vez que nos juntamos, hacemos algo especial. Ya sea decorando un bar, tejiendo una calabaza o compartiendo una película, cada actividad es una oportunidad para seguir construyendo esta comunidad que tanto queremos.

Así que, con las pilas recargadas y las ganas intactas, os decimos ¡hasta la próxima! Nos queda por delante la Navidad, y ya estamos preparando sorpresas para que, una vez más, podamos disfrutar en compañía. Pero por ahora, nos quedamos con los buenos momentos de este puente, con las risas y las historias compartidas, y con el orgullo de formar parte de la Asociación de Amig@s del Badiel.

Gracias a todas y todos por ser parte de este viaje.